
Quiero compartir esto con ustedes. A mí me hizo mucho bien.
Un ingeniero de renombre fue contratado por una gran empresa, para el proyecto más importante de su carrera -un emorme puente que uniría dos ciudades- pero le fijaron una condición: contratar perros para la obra: 100.000 perros.
Ok, los perros no movieron un dedo, ni siquiera aceptaron ponerse los cascos.
El resto de su vida, el ingeniero la pasó rumieando qué habría ocurrido si le hubiesen dejado contratar hámsters. Al menos 50.000 hámsters...
No hay comentarios:
Publicar un comentario