Luego vinieron por los judíos... Ok, perfecto, nunca me banqué esos sombreritos raros.
Después vinieron por los obreros... Ah, ah! Y? ¿donde está vuestro Bakunin ahora? Llora, obrero, llora!!
Pero ahora ya es tarde, golpean la puerta de mi cas... ah.. no... error... es la casa de Bertold Brecht! .. Mmmmm... perfecto, destrúyanlo!

jajaj
ResponderEliminarjajajajaja
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